Hoy, una cruz de ceniza en nuestra frente, nos llama al arrepentimiento, nos anima a buscar caminos nuevos, a abrir nuestro corazón a la palabra de Dios.
Amando y respetándonos unos a otros, es como nuestro Señor Jesucristo nos dió el ejemplo de vivir en comunidad.
Que Dios nuestro Señor nos guie a través de estos cuarenta días de peregrinaje espiritual, a continuar formando discípulos y que el todopoderoso renueve su espíritu divino en cada uno de nosotros.